En la era digital, donde la información está al alcance de todos, el rol del docente se ha puesto en debate: ¿Sigue siendo indispensable si todo lo que enseña está en Google? Esta provocadora pregunta fue el eje de un conversatorio organizado por Ticmas, en el que participaron tres destacados especialistas de América Latina: Martín Salvetti, Jennifer Verschoor y Maurilio Suárez.

Durante el panel “Un horizonte posible de la formación docente”, los ponentes reflexionaron sobre cómo la inteligencia artificial está transformando el ecosistema educativo y cuál será el papel del maestro en un entorno donde el conocimiento ya no es exclusivo del aula.

• La IA como aliada del aprendizaje, no como amenaza

El argentino Martín Salvetti, reconocido por su labor en la reinserción escolar, señaló que la inteligencia artificial puede ser una herramienta muy potente para personalizar la enseñanza, adaptándose a los ritmos y necesidades de cada estudiante. Sin embargo, advirtió que nada reemplaza el vínculo humano que se genera entre un profesor y sus alumnos, vínculo que es esencial para motivar, guiar y formar integralmente.

Por su parte, Jennifer Verschoor, referente en tecnología educativa y miembro de la Singularity University, indicó que hoy el mayor reto de los docentes es reformular su rol. En su opinión, más que transmitir información, el maestro moderno debe cultivar habilidades, fomentar el pensamiento crítico, la creatividad y la capacidad de discernir entre fuentes confiables y desinformación.

Desde México, el ingeniero en cibernética y docente universitario Maurilio Suárez remarcó que la IA puede asumir tareas administrativas o repetitivas, como la corrección de pruebas o el registro de notas. Esto libera tiempo para que el maestro se concentre en lo realmente importante: el desarrollo emocional, ético y social de sus alumnos.

• Docentes del futuro: creativos, humanos y actualizados

Los especialistas coincidieron en que los maestros del presente y del futuro necesitan formarse constantemente, no solo en herramientas digitales, sino también en nuevas metodologías activas de enseñanza. La tecnología, enfatizaron, debe ponerse al servicio de una educación más inclusiva, significativa y centrada en la persona.

También advirtieron que la IA no debe ser vista como un reemplazo, sino como una extensión de las capacidades del docente. El desafío es lograr que los profesores sean guías de aprendizaje, no simples repetidores de contenidos.

• Una nueva pedagogía para una nueva era

El panel concluyó resaltando que la IA representa una gran oportunidad para repensar la educación, siempre que se utilice de manera ética y consciente. La clave está en formar docentes que sepan adaptarse, que comprendan la tecnología y que no pierdan nunca su capacidad de empatizar, conectar y transformar vidas desde la educación.

En un mundo saturado de información, el maestro no solo enseña qué saber, sino cómo pensar, cómo vivir y cómo ser.